Son las 8.30 pm, y como todos los jueves cada 15 días comienzan a llegar uno a uno los miembros del club de fotografía al restaurant acordado. Desde julio del 2007 la rutina se repite así como los temas: cámaras fotográficas, resolución, megapixeles, lentes, tarjetas, trípodes, etc. El grupo de fotógrafos alberga hombres y mujeres que se encontraron luego de tomar un curso de fotografía a mediados del año 2007, desde entonces el grupo se ha hecho más numeroso. Los estilos también son variados, desde los fotógrafos de modelos, hasta los más “artísticos”, pasando por los fotoperiodistas y naturalistas. Esta disciplina que mezcla arte, ciencia y tecnología ha permitido el encuentro de personas que “ven” de una forma distinta; basados en sus sentimientos, cada uno intenta plasmar en sus rollos o censores una realidad distinta de las cosas que nos rodean, así como también una realidad que a veces pasa desapercibida en nuestra sociedad, como la pobreza en las calles, los niños trabajando, el caos en nuestra ciudad… pero al mismo tiempo buscan mostrar otras realidades asociadas a la belleza y diversidad de nuestra fauna y nuestra flora en la multiplicidad de paisajes y ecosistema que engloba nuestra geografía boliviana, en el afán de lograr mostrar estampas que la cotidianidad nos hace miopes a tanta belleza. El grupo de fotógrafos mantiene la unidad en la diversidad: durante los viajes que son planificados muy a menudo, ellos aprovechan para capturar con sus cámaras secuencias de la vida de los lugares que visitan; algunos se inclinan por los rostros, otros están inmersos en capturar una mariposa o una flor silvestre, y algunos permanecen horas dentro de sus escondites intentando fotografiar un ave. Al final de la jornada se agrupan para contar sus anécdotas, triunfos y fracasos, y para planificar las actividades para el día siguiente. También planifican viajes cortos, saliendo temprano por la mañana y regresando al final del día. Desde la formación del grupo, han realizado viajes a muchos lugares de nuestro país, siendo los principales: Uyuni, las Misiones, Lago Titicaca, Tarija, Bosque de los Helechos, Parque Amboró, Sajama y un largo etcétera. Otros han salido a fotografiar también fuera de nuestras fronteras. Los fotógrafos no cuentan con una directiva, rige más bien un régimen de respeto por las ideas de cada miembro, y prima el compañerismo y solidaridad al momento de resolver algún problema técnico de cualquiera de los miembros. Tampoco existe grado de jerarquía, porque en fotografía, el que cree que lo sabe todo está perdido –comentan-. Para el futuro, los viajes continúan en la agenda del grupo, así como los talleres que algunos miembros dictan de forma gratuita al calor de una parrillada. Un tema que no falta en los “juntes”, es la poca seriedad de algunos medios a la hora de publicar una fotografía, y ahí surgen las amargas experiencias de fotografías que han sido publicadas sin ni siguiera mencionar el nombre del autor; eso es algo que debe cambiar, y para ello se están organizando bajo el asesoramiento de entendidos en derecho de autor, para tratar de forma más institucional este problema. 8.45 pm: ya casi todos han llegado y se sientan al contorno de una larga mesa; hay algunos visitantes que acuden por primera vez al “junte” y comienza una improvisada ceremonia de presentación de algunos de los asistentes: Para tomar contacto con los miembros del grupo, lo pueden hacer mediante el Facebook: